¿Nos conocemos? (LIBRE)

Las calles por la noche estaban repletas de gente que reía y hablaba. Caminaba lentamente por la acera mientras me subía la cremallera de mi cazadora de cuero. Había sido poco previsor al no llevarme nada más de abrigo teniendo en cuenta que Moscú no era precisamente famosa por sus altas temperaturas. Por ello decidí entrar en un pequeño garito de la zona del que salía una música que retumbaba por la calle cada vez que alguien abría la puerta. Ya que había viajado sólo al menos trataría de buscar algo de compañía para pasar el rato. Si no… la misión del pacto iba a resultar más aburrida de la cuenta.
El local no estaba mal. Incluso podía aparentar ser lujoso ya que todos los sofás y sillones parecían de cuero blanco. En el centro, en la pista de baile mucha gente se desfogaba enseñando sus aptitudes para el baile. Mirando a todo el mundo de reojo me senté en la barra y pedí a la camarera algo de beber. Rápidamente la camarera y luciendo un generoso escote obviamente operado y sonriendo me sirvió aquello que había pedido.
Di lentamente un pequeño sorbo y miré a la persona que tenía al lado. Era una chica muy guapa por lo que decidí ser un caballero y presentarme
- Hola encanto ¿Vienes sola?

Hacía dos días que había llegado a Moscú y aún no había recibido la confirmación de la CIA para empezar a llevar a cabo mi misión con un asunto relacionado con el tráfico de armas. Por ello aquella noche había decidido salir a despejarme un rato.
El pub donde me encontraba parecía elegante pero la fuerte música atronaba mis sentidos. Di un pequeño sorbo a la copa que sujetaba suavemente entre mis dedos dejando en el borde la marca rojiza de mi pintalabios.
A mi alrededor todo el mundo parecía divertirse y bailar. Crucé con elegancia las piernas y apoyé la espalda en la barra cuando una voz masculina me sobresaltó.
Durante unos segundos me quedé completamente paralizada sin saber que hacer. Era Josh. Un miembro del Pacto, la organización para la que supuestamente trabajaba, organización para la que hacía dos dias que me encontraba enferma para poder llevar a cabo la misión de la CIA.
Sentí el corazón golpeándome en el pecho. ¿Qué hacía él aquí? ¿Me habría reconocido? Probablemente sí, así que echar a correr solo empeoraría las cosas. Decidi pues girarme y saludar.
- Hola a tí también Josh.- dije con una reluciente sonrisa.- ¿Qué haces aquí?

Observé a Josh y su cazadora de cuero. En el trato personal era un buen tipo. Incluso podría decirse que eramos casi amigos. Sin embargo me daba perfecta cuenta de que él nunca había confiado en mí plenamente.... Y en realidad hacía bien.

Observé con sorpresa cómo la chica que se daba la vuelta era Dasha. Realmente estaba guapa con aquel pintalabios rojo y vestida para salir de fiesta. Sin embargo me extrañó encontrármela ya que supuestamente la Agente Derevko no se pasaba por la agencia porque llevaba unos días enferma. La miré de forma suspicaz durante unos momentos. En esta vida nada es lo que parece y por muy simpática o atractiva que fuese una mujer eso no significaba que fuese leal a la gran causa del Pacto.
Sin embargo sonreí de forma distendida al responderle.
- Vaya Dasha no esperaba encontrarte aquí.- dije acercándome a ella.- ¿No estabas enferma?- dije entornando levemente los ojos mientras observaba su rostro con atención.

Cogi la copa y di un largo sorbo sin quitarle los ojos de encima para no perderme ni una ligera expresión de su rostro que pudiese delatar algo extraño.